La nueva estética musical

Buenas tardes!!

El otro día estaba pesando en hacer una actualización con el estilo de las nuevas bandas de música. El caso es que caí en Vice Magazine (la versión española) y me encontré con un artículo que venía a ser lo que yo quería hacer, sólo que creando ellos sus propios estilismos. Me resultó muy curioso que hasta parte de la inspiración fue la misma: la niña mimada Grimes. 

Llevo un tiempo pensando que la gente ya pasa de tendencias, tribus urbanas (menos los heavys, que son muy fieles) y modas. Ahora lo que se lleva es lo de imitar a grupos, cantantes o épocas concretas. Además hay un factor especial: cuanto peor (para las mentes bienpensantes) y menos favorecedor sea el look, más triunfa.

Un día, hace ya años, leía que intentar parecer más feo de lo que eres es de idiotas. Era en un artículo sobre la estética de The Strokes cuando lanzaron "Room On Fire". Y ahora ¿A cuántas de vosotras os molaban los calcetines blancos con faldas hace 2 años? ¿Os hubieseis puesto los pantalones por encima del ombligo y con la camisa por dentro hace un tiempo? ¿Y las cabezas medio rapadas? ¿Y las gafas de sol redondas? ¿Y las prendas deliberadamente pequeñas? Ya. A todos esos que contestasteis que tampoco lo hacéis ahora...seguro que sois muy íntegros. O eso o no os atrevéis a poneros lo que os mola. Porque reconozcamos que este tipo de corrientes nos fascinan a todos los que nos interesamos por la moda o la música. Mejor dicho, por la imagen, que es parte de las 2. Puede que no te guste, que te encante o te resulte extraña, pero seguro que esta estética os ha hecho intentar combinar camisas vaqueras con camisetas de grupos olvidados. 

A ver, ¿cómo diseccionar esta moda? Bien, el tema es remontarse a los 90 y pillar la estética americana. Una vez que has visto lo que se llevaba, hay que seleccionar lo menos reivindicado hasta ahora: el regular fit, los sneakers cantosos, la mugre del grunge, los pantalones de cintura alta, los tops cortos, las camisas y chaquetas vaqueras, los bajos de los pantalones un poco cortos, los grupos que NO están de moda y jamás  te influenciaron, los colorines, las lentejuelas y el raso, los plisados, los estampados imposibles y étnicos, tonos ocres, mallas, iconos olvidados, melenazas, combinaciones de colores imposibles, camisetas y demás prendas de personajes televisivos y de comics, marcas que estuvieron en boga y ya no lo están, su concepción del futuro y, sobretodo, el juego de formas, tallas y superposiciones. 

Una vez que te has documentado empieza el difícil y sutil arte de adaptar el estilo. Lo importante es caminar por la fina línea entre parecer un puto "espantajo" y molar evocando tiempos mejores con reminiscencias curradas. Hay que coger la elegancia mal entendida y darle una vuelta de tuerca para convertirla en guay. También es muy importante introducir prendas propias del 2012, saber completar tu estética con una buena conversación, meter un poquito de lujo aquí y allá (a ver, que sí, que es todo muy grunge, pero que los anillos de calaveras cuesten una pasta porque los hace un turco a mano en Tokyo, por ejemplo) y, especialmente, dar la impresión de que no te has preocupado en absoluto por lo que llevas puesto.

¿Todo correcto? Venga, pues a Malasaña a planear tu viaje al Primavera Sound.

Aunque pueda parecer lo contrario, a mí esta moda me gusta, me parece que es favorecedora, que proyecta los límites de lo bonito más allá de lo que estaba establecido. Además me trae recuerdos de la época y hace que surjan grandes conversaciones sobre los 90.

Quiero añadir algo más: aunque no os mole esta moda, aunque odiéis a los modernos o los adoréis, aunque penséis que todo esto nos lleva a la prostitución del Wu-Tang Clan y a la pérdida de valores, aunque no soportéis a ese pringado que lleva camisetas de Aaliyah y dice que flipa con el metal, aunque os indigne que las chicas se rapen media cabeza y luego compren en Loewe...pensad que...

¡POR EL AMOR DE DIOS: ES SÓLO MODA!

Un abrazo y Respect,

Yo, Brutus.